¿Qué hay para cenar?

Imagine planificar tu menú, con desayuno, comida y cena, para los próximos 120-240 días. Esa es una de las tareas a las que se enfrentarán los participantes de la Global Solo Challenge.

Y, aunque no hay reglas establecidas, hay algunas consideraciones fundamentales, siendo el peso y el tamaño las primeras. Durante el viaje no tendrán acceso ni a productos frescos ni a toda la gama de alimentos que son esenciales para mantener una buena salud, necesitando suplementos, especialmente vitamina C. Hay que recordar que la falta de esta vitamina causa escorbuto, enfermedad que, en épocas pasadas, provocó la muerte de innumerables marineros.

Además, tendrán que tener en cuenta que, durante el tiempo que pasen en los fríos océanos del sur, precisarán de muchas más calorías de lo que es habitual. Normalmente, un hombre sano necesita unas 2.500 calorías al día, mientras que una mujer necesita unas 2.000, sin embargo, en el frío, donde los navegantes se enfrentarán a una navegación físicamente más exigente, esta necesidad calórica puede superar fácilmente las 4.500 calorías al día, aunque hay que recordar que para el resto del viaje, cuando se navega en temperaturas más agradables, el cuerpo sólo requerirá su nivel «normal» de calorías.

Muchos patrones recibirán consejos de un nutricionista, quien les ayudará a planificar una dieta saludable para el viaje, no obstante, dentro de esto hay diferentes enfoques y consideraciones a tener en cuenta.

@globalsolochallenge

 

Podemos volver atrás y echar un vistazo a la dieta de Sir Robin Knox-Johnston, pero también debemos recordar que la tecnología alimentaria ha avanzado mucho desde entonces. Sus provisiones de alimentos consistían principalmente en latas, de hecho, es bastante conocido que cuando partió en su barco, el Suhaili, este estaba literalmente cargado hasta la borda con latas de comida y sus raciones de alcohol, es más, el plato favorito de Sir Robin era el guiso «Suhaili», que consistía en juntar en una olla una lata de carne, una lata de verduras, una lata de patatas y un cubo de caldo.

Para tener una visión más actualizada podemos comparar las dietas de dos miembros de la Asociación Internacional de Cabohornienses, ambos figuras de la Hall of Fame.

La primera es la dieta del veterano navegante Jon Sanders, quien ha circunnavegado el globo en 11 ocasiones. Sus provisiones eran simples para estos viajes: leche y huevo en polvo, fruta enlatada, albóndigas, arroz, café instantáneo Nescafé y, por supuesto siendo australiano, Vegemite.

Por el contrario, en el otro extremo está la dieta del francés Jean-Luc Van Den Heede quien, junto con un dietista, elaboró un plan de comidas en el que nunca tuvo, en una planificación para 250 días en la mar, más de diez veces el mismo plato, además, entre sus tres comidas al día, había platos tan tentadores como terrina de faisán, queso Camembert, alimentos gourmet de la gama Comtess du Barry —una tienda de exquisiteces francesa—, pan horneado a bordo y, naturalmente, una copa de vino acompañando cada comida.

En general, los alimentos básicos ricos en carbohidratos como el arroz, la pasta y los fideos formarán parte fundamental de la dieta de muchos patrones gracias a que estos pueden convertirse en una comida rica y saludable con tan sólo algunos simples ingredientes adicionales.

A pesar de todo ello, la tecnología alimentaria es una ciencia en evolución y hoy día los navegantes tienen también la opción de usar alimentos liofilizados, alimentos en los que el agua es eliminada mediante un proceso de sublimación, siendo, por lo general, solamente necesario para rehidratarlos añadir agua hirviendo. Estos productos suelen tener una larga vida útil, pesan poco, son rápidos de hacer, fáciles de manejar y, aparentemente, saben bastante bien, a pesar de ello.

Hugo Ramon – @globalsolochallenge

 

Los patrones deben tener cuidado al prepararlos. En la Volvo Ocean Race de 2007, dos navegantes sufrieron serios problemas estomacales, siéndoles diagnosticado un bloqueo en sus sistemas digestivos probablemente causado por alimentos liofilizados que no habían sido rehidratados adecuadamente, hecho que podría haber resultado fatal si no hubieran recibido tratamiento urgente.

Estos productos no deben confundirse con fideos instantáneos que, dado su alto contenido en sal, grasa y aditivos, no pueden ser considerados como parte de una dieta saludable a largo plazo.

Una alternativa a esto son los alimentos en conserva, también llamados esterilizados, que utilizan el método tradicional de envasar los alimentos en envases de vidrio cocinando los alimentos y luego esterilizándolos a altas temperaturas durante un tiempo determinado, extendiendo de este modo la vida útil entre 1 y 6 años. Estos alimentos hidratados suelen venir en bolsas donde se calientan, ya sea en un microondas o al baño maría.

Incluso hay algunas de estas «comidas húmedas», como también se denominan, que están disponibles en bolsas autocalentables en las que el contenido se calienta por medio de una reacción química exotérmica contenida en el embalaje.

Una innovación adicional ha sido el desarrollo de gamas de alimentos específicamente desarrollados para los regatistas oceánicos. Estos alimentos no contienen sal, por lo que se puede utilizar agua de mar para rehidratarlos reduciendo así la cantidad de agua que se debe llevar a bordo o el uso de la potabilizadora.

Otra consideración para cualquier capitán es si se permite llevar bebidas alcohólicas a bordo. El fundador de la GSC Marco Nannini afirma que siempre tendrá un barco sin alcohol, mientras que Jean-Luc Van Den Heede, Sir Robin Knox-Johnston y Sir Francis Chichester seguramente estarían en desacuerdo.

@globalsolochallenge – Tribute to neptune

 

Es más, se dice que Sir Francis dijo una vez que su estado de ánimo llegó a su punto más bajo el día en que, en la etapa final de su circunnavegación, se quedó sin ginebra.

El participante de la GSC Daffyd Hughes afirma que, obviamente, tomará algunas cervezas de las que hace su patrocinador la Quantock Brewery y que también levará una botella de licor debido a que es de la opinión de que, si no lo tiene, lo anhelará, aunque también señala que es probable que no la abra.

Daffyd, una vez más, dependerá en su mayor parte de los alimentos liofilizados que complementará con carne seca, frutos secos y algunas latas de curry para los días especiales. Daffyd también se enorgullece de su propia receta de sebo y pudín de grosella que cocina en su olla a presión, un alimento pesado que le abrigará y le sacará una sonrisa incluso con la peor de las meteorologías.

Un apunte final que los capitanes que están planeando su salida en la GSC deben recordar es que la comida puede ser un consuelo psicológico y que una dieta repetitiva, sin golosinas ni alicientes, podría afectar considerablemente a la moral de a bordo.