Hacia el este o hacia el oeste: ¿cuál es el rumbo correcto para dar la vuelta al mundo?

Dee Caffari

Volta do mar. La ruta correcta para dar la vuelta al mundo. ¿O no?

Circunnavegar el globo hacia el este o el oeste son un poco como el día y la noche. Son opuestos tanto figurativa como literalmente” nos comenta la reina de los mares Dee Caffari*.

Es posible dar la vuelta al mundo de diferentes maneras. Los cruceros que sueltan amarras de Europa, típicamente, comienzan su viaje entre noviembre y enero, y se dirigen hacia las islas del Caribe. Antes del inicio de la siguiente temporada de huracanes, ponen rumbo al Canal de Panamá y al Pacífico, parando y yendo según la temporada. Después, los cruceros navegan por el norte de Australia y se dirigen al Mar Mediterráneo pasando por el Canal de Suez. La circunnavegación es, por lo tanto, de este a oeste, en sentido antihorario. Lo que se vendría a definir una vuelta al mundo hacia el oeste.

En los siglos XVIII y XIX, antes de la llegada de los barcos de vapor, los Clippers dominaban los mares. Sin el canal de Panamá ni el de Suez, los barcos que salían de Europa no tenían más remedio que dirigirse hacia Cabo de Hornos para luego poner rumbo al Lejano Oriente. Muchos se hundían en las traicioneras aguas del Pasaje de Drake. Aquellos que llegaban a Asia recogían sus valiosos cargamentos de especias y té y regresaban a Europa pasando por el Cabo de Buena Esperanza. La mayoría de las rutas de los Clipper implicaban una circunnavegación hacia el oeste en condiciones muy diferentes a la ruta tradicional de los cruceros de hoy en día.

En cambio, cuando hablamos de regatas de regatas de vuelta al mundo, la mayoría son hacia el este, en sentido contrario. Desde el Atlántico Norte se pone rumbo a Cabo de Buena Esperanza y luego a Cabo Leeuwin y Cabo de Hornos, desde aquí se sube el Atlántico. De esta forma se aprovechan los vientos favorables y la ruta es más corta, ya que se navega a latitudes más altas, entre los cuarenta rugientes y los cincuenta aullantes.

La Global Solo Challenge sigue la ruta tradicional hacia el este, de La Coruña a La Coruña pasando por los tres grandes cabos, la misma ruta que siguen los barcos de la Vendée Globe que salen, sin embargo, un poco más al norte, desde Les Sables D’Olonne.

Entonces, ¿cuál es la forma correcta de dar la vuelta al mundo? ¿Hacia el este o el oeste?

Resulta que no es tan sencillo como algunos pueden pensar.

En unas conversaciones con algunos navegantes que han dado la vuelta la mundo, hemos entendido que lo que es mejor para uno no lo es para otro, como en la vida misma. Todo depende de tus objetivos y de lo que quieres conseguir. Para aquellos que participan en regatas de vuelta al mundo, el camino correcto es normalmente hacia el este. Mientras que, para los cruceristas, la ruta más popular es hacia el oeste pasando por el canal de Panamá (y luego Suez). Sin embargo, ambos colectivos lo han hecho en ambas direcciones.

Jimmy Cornell**, que ha circunnavegado el globo varias veces, explica que “todo depende de las latitudes por las que se navega. En las latitudes tropicales, navegar hacia el oeste suele ser la forma más fácil. Esto es debido a los vientos dominantes que soplan de este a oeste. En cambio, navegar en latitudes altas es casi exclusivamente dominio de las regatas oceánicas. La mayoría de las regatas de vuelta al mundo van de oeste a este, aprovechando los vientos de oeste, lidiando con las diferentes depresiones y con tormentas y icebergs.”

Para la mayoría de travesías de vuelta al mundo, el camino correcto es de este a oeste. “La célebre Coconut Milk Run entre las islas del Pacífico se desarrolla de este a oeste. Los cruceros eligen este rumbo ya que dicha ruta, en esas latitudes, permite aprovechar de las condiciones favorables de los vientos alisios”. Explica Cornell. A continuación, añade que “también es esencial que los cruceristas hagan una buena planificación, para evitar la temporada de las lluvias tropicales.”

Whitbread/Volvo/Ocean Race, Clipper, Vendée Globe, BOC Round the World, Global Challenge Round the World Yacht Race son algunas de las más conocidas regatas de vuelta al mundo. La mayoría de ellas ponen rumbo al este. Sin embargo, la Global Challenge de Sir Chay Blyth llevó a sus barcos de acero y a las tripulaciones de aficionados a través del Océano Antártico rumbo oeste.

Dee, junto con Conrad Humphreys ***, es uno de los pocos patrones de la Global Challenge en haber navegado por el Océano Antártico en ambas direcciones “Navegar hacia el oeste es una batalla. Todo parece estar en tu contra. Cuando te das cuenta de que, si te detienes y no haces nada, irás hacia atrás, te enteras de que no hay tiempo para descansar”, confiesa Dee, “puede ser frustrante. Al navegar hacia el oeste, tienes que estar constantemente virando dentro de las diferentes depresiones. Te acostumbras a estas condiciones, se convierten rápidamente en la normalidad. Darse contra las olas, atravesarlas, cabalgarlas, vivir la vida a bordo de un barco que está siempre escorado, todo esto se convierte en rutina”.

Después de haber participado en la regata con tripulación RTW Global Challenge y después de haber navegado, una vez más, en la misma dirección en solitario, Dee ha participado en la Vendee Globe: “Navegar hacia el este es cuestión de confianza. Todo está a tu favor, solo tienes que resistir. El barco acelera vertiginosamente al bajar las olas, empujado por los fuertes vientos. Lo único incómodo es acostumbrase a vivir mientras se navega a altas velocidades. La confianza en los sistemas que tienes para gestionar el barco se convierte en prioridad. Es de crucial importancia sentirse cómodo navegando a grandes velocidades, con aceleraciones repentinas y, a veces, desaceleraciones igual de improvisas. Es pura emoción”.

Dee explica que ambos rumbos requieren sentirse cómodo con lo incómodo. La travesía hacia al oeste dura más y te desgasta, intenta derrotarte y la resiliencia es de primordial importancia. La navegación hacia el este transcurre rápidamente. Sin embargo, con las depresiones que te vienen desde atrás, hay que ser muy eficiente a la hora de resolver cualquier problema.

Ambos rumbos pasan factura físicamente”.

Después de una breve pausa, Dee comparte un poco más de su experiencia “Ir de bolina (hacia el oeste) te hace sentir más seguro y parece más fácil, a pesar de que también requiere mucho esfuerzo . Por otro lado, al navegar con vientos portantes (hacia el este) hay que ser más activo. A veces es necesario tomar un rizo antes de la trasluchada para que esta resulte más fácil, cosa que requiere tiempo y esfuerzo. Después de la trasluchada, habrá que volver a quitar dicho rizo. Muchos optan por virar, yo creo que tienes que hacer lo que te sale mejor.” En el caso de Caffari, trasluchar.

Ahora que Dee ha navegado a favor de los vientos y de las corrientes y ha disfrutado de ir rápido, consiguiendo el mejor rendimiento de su barco, no puede imaginarse tomar otra vez el rumbo equivocado. Sin embargo, enfatiza que sí disfrutó de su circunnavegación hacia el oeste en ambas ocasiones: “Es duro e implacable y hay una razón por la que no muchos van por ese camino, tal vez esa sea su atracción. ¡Navegar es navegar no importa hacia donde! “

Conrad Humphreys comenzó como tripulante en las embarcaciones de la Whitbread antes de ganar la Global Challenge. A continuación, participó en la Vendeé Globe. Contrariamente a la mayoría de las creencias, él dice que es más seguro ir contra los vientos y las corrientes dominantes. “Por mucho que sea incómodo, navegar de bolina es más seguro, a no ser que la tripulación tenga mucha experiencia. Cuando se navega en vientos portantes, se necesitan grandes habilidades para llevar el barco y mantenerlo seguro. Es evidente que, si se consideran las altas velocidades que alcanzan estas embarcaciones, las probabilidades de herir a alguien o dañar el barco son muy altas”.

Conrad añade que la experiencia de haber circunnavegado el globo en ambas direcciones fue igual de gratificante: “Me encantó liderar mi tripulación en la vuelta al mundo en la dirección equivocada. Sin embargo, honestamente, ¡no puedo decir que me haya encantado haber tenido que ceñir toda esa distancia! Pero, tácticamente, es una regata interesante. Mantiene a la flota muy unida. Hay que concentrarse más en la velocidad del barco que en las decisiones tácticas”.

Con respecto a dar la vuelta al mundo en la dirección correcta, la experiencia de la Whitbread y de la Vendée Globe le permitieron a Humphreys vivir el Océano Antártico de forma completamente diferente: “Me encantaba, día tras día, surfear a alta velocidad. Ese es mi mejor recuerdo de la Whitbread”. Disfrutó de numerosas semanas surfeando las olas con el viento en popa. “Esa sensación de energía y poder salvaje es asombrosa“. En cuanto a ir hacia el este en solitario, la experiencia es similar pero no es exactamente la misma. “No puedes empujar tanto cuando estás solo” nos comenta Humphreys y añade “sin embargo, también se disfruta de la experiencia de surfear las olas sin parar. Es simplemente mágico.” Algunos de nosotros sólo podemos imaginárnoslo…

Conrad también ha compartido sus conocimientos sobre el papel que juega el clima tanto hacia el oeste como el este. “Hay grandes diferencias”, dijo. “El secreto para navegar en los océanos del sur con los vientos dominantes es permanecer, el máximo de tiempo posible, en la parte delantera de las depresiones”. Añadió que los navegantes deben tratar de permanecer lo más posible en el aire estable de la depresión de noroeste, ya que una vez pasado, el frente deja at