¿Cuáles son las limitaciones de ruta en la Global Solo Challenge?

Cuando hablamos de una vuelta al mundo en solitario sin escalas ni asistencia por los tres grandes cabos en dirección Este como es la Global Solo Challenge (GSC) se nos viene sin querer a la mente la libertad total que pensamos tendrán los patrones una vez largadas las amarras. En cierto sentido es así, al fin y al cabo, la navegación en solitario da, entre otras muchas cosas, una sensación de infinita libertad. Por ejemplo, el solo hecho de poder tomar decisiones sin tener que compartirlas con una tripulación te deja la sensación que puedes hacer lo que quieras.

Pero, ¿pueden realmente los patrones hacer lo que quieran?

Drake’s Passage

 

Al igual que técnicamente en los barcos se exigen una serie de normas en cuanto a características y equipamiento, y en el caso de los patrones una formación y unos requisitos, en la ruta también existen restricciones, es el caso de la Zona de Exclusión Antártica (ZEA) que limita a los participantes un área donde la presencia de hielo es habitual.

La AEZ es una vasta área que rodea el continente antártico y tiene en cuenta la presencia de todo el hielo conocido.

No se permite a los participantes navegar más allá del límite norte de la AEZ, que se encuentra entre los 43º y los 59º latitud sur. El principal motivo de la organización en poner este límite es evitar que los barcos y los patrones encuentren Icebergs y demás formaciones de hielo (Growlers) a la deriva en su ruta, para evitar colisiones con las mismas en la medida de lo posible. En el caso de los Icebergs, al ser grandes masas de hielo de dimensiones importantes, es más fácil para los patrones y los equipos de detección de los barcos verlos. No es así con los Growlers, pedazos de hielo desprendidos de los frentes de los glaciares de menor tamaño que no suelen sobresalir del agua más allá de un metro. Son difíciles de identificar o incluso de ver, ya que son casi imposibles de detectar en mares agitados.

Temperatura del agua del mar

 

La definición de la ZEA será facilitada por la organización dependiendo de los desplazamientos de las masas de hielo en el 2023. Compañías como CLS (Collect Localization Satéllite) y otras recopilan información dedicada a la posición y seguimiento de los icebergs. En función de la información recopilada por estas empresas, combinada con otros parámetros como la temperatura del agua del mar, un buen predictor de la posible presencia de icebergs a la deriva, se puede estimar el límite de todo el hielo conocido.

Por lo general, la AEZ se encuentra aproximadamente: de 029ºW a 048ºE Lat max 43ºS, de 048ºE a 070ºE Lat max 50ºS, de 070ºE a 118ºE Lat max 46ºS, de 118ºE al antimeridiano Lat max 56ºS, del antimeridiano a 133ºW Lat max 53ºS, de 133ºW a 068ºW Lat max 59ºS, de 068ºW a 029ºW Lat max 49ºS.

Antarctic Exclusion Zone (Vendée Globe 2020-2021) @vendeeglobe

Estas coordenadas dan al lector una idea básica de las dimensiones y localización de la ZEA, siendo sin embargo la organización quien definirá con precisión la posición exacta de dicho límite antes del evento.

Es evidente que el evitar zonas de alto riesgo para los navegantes es algo importante para reducir el riesgo de colisiones y la consiguiente necesidad de rescate en altas latitudes.

Los patrones tienen que cumplir con las limitaciones y los reglamentos establecidos por la organización. Sus acciones y sus decisiones, incluso siendo su responsabilidad, pueden implicar y mucho a los demás, ya sea a sus propios compañeros de navegación, a la organización, a los equipos de rescate, etc.

Es cierto que la ZEA “alarga” el camino. Está claro que siendo la tierra una esfera, cuanto más al sur se navega en los océanos australes menos millas se recorren. Además, la ZEA podría, en ciertas ocasiones, privar a los patrones de algunas condiciones de viento más favorables que les podrían convenir al ir un poco más al sur, pero el riesgo es alto y la posibilidad de encuentros con hielo mucho mayores.

Todo tiene un límite, en este caso él impuesto por la organización con la implantación de la ZEA para salvaguardia de los navegantes y de todo lo que les rodea en la GSC, siguiendo el mismo criterio con el que se imponen los parámetros de seguridad de los barcos y la capacitación de los participantes.

Después de todo, especialmente cuando los riesgos se pueden mitigar, ¿por qué no aplicar el concepto, ¡SAFETY FIRST!?